La detección del cáncer de mama en mujeres embarazadas ha aumentado en los últimos tiempos, debido en buena parte a que se es madre cada vez a edades más avanzadas. En la actualidad, la mayoría de las mu
jeres tienen hijos entre los 30 y los 40 años Lamentablemente, el cáncer de mama en embarazadas se detecta tarde debido a que su diagnóstico es mucho más difícil cuando el tejido mamario se ve modificado por la gestación y la lactancia. Al crecer la mama, los tumores son más complicados de detectar. De hecho, la mayoría se detecta dentro del año después del embarazo en un estadio avanzado. Aunque dicen que la incidencia no es muy alta, indican que al tratarse de mujeres jóvenes, al detectarse tarde y dado que la respuesta al tratamiento hormonal es menor, los tumores en las mujeres embarazadas se vuelven mucho más agresivos. Los expertos han dado datos desalentadores en el III Congreso Intercontinental de Patología que se está celebrando esto días en Barcelona. Señalan que el 42% de los cánceres de mama tienen metástasis en el momento en el que se diagnostican, que más de la mitad de las afectadas (el 53%) fallece antes de los cinco años y que únicamente una de cada tres mujeres sobrevive diez años. Lo fundamental es un diagnóstico precoz. La propia mujer es quien mejor conoce su cuerpo volviéndose una pieza clave para detectar el tumor lo más temprano posible. Sería lo suyo que los examenes de las mamas formaran parte de los controles prenatales y posnatales, pero al menos en mi caso nunca me han revisado de la cintura para arriba. En cuanto a los tratamientos contra el cáncer durante el embarazo, pueden ser dañinos para el bebé en el primer trimestre, pero los médicos indican que una vez que el feto está maduro se utilizan los medios más efectivos para combatir el cáncer y aquellos que supongan menor riesgo para el bebé.
jeres tienen hijos entre los 30 y los 40 años Lamentablemente, el cáncer de mama en embarazadas se detecta tarde debido a que su diagnóstico es mucho más difícil cuando el tejido mamario se ve modificado por la gestación y la lactancia. Al crecer la mama, los tumores son más complicados de detectar. De hecho, la mayoría se detecta dentro del año después del embarazo en un estadio avanzado. Aunque dicen que la incidencia no es muy alta, indican que al tratarse de mujeres jóvenes, al detectarse tarde y dado que la respuesta al tratamiento hormonal es menor, los tumores en las mujeres embarazadas se vuelven mucho más agresivos. Los expertos han dado datos desalentadores en el III Congreso Intercontinental de Patología que se está celebrando esto días en Barcelona. Señalan que el 42% de los cánceres de mama tienen metástasis en el momento en el que se diagnostican, que más de la mitad de las afectadas (el 53%) fallece antes de los cinco años y que únicamente una de cada tres mujeres sobrevive diez años. Lo fundamental es un diagnóstico precoz. La propia mujer es quien mejor conoce su cuerpo volviéndose una pieza clave para detectar el tumor lo más temprano posible. Sería lo suyo que los examenes de las mamas formaran parte de los controles prenatales y posnatales, pero al menos en mi caso nunca me han revisado de la cintura para arriba. En cuanto a los tratamientos contra el cáncer durante el embarazo, pueden ser dañinos para el bebé en el primer trimestre, pero los médicos indican que una vez que el feto está maduro se utilizan los medios más efectivos para combatir el cáncer y aquellos que supongan menor riesgo para el bebé.

La depresión postparto es cosa seria. Es una circunstancia muy traumática para la madre que la sufre así como para su pareja, aunque lamentablemente a veces se relaciona con la queja fácil y la falta de fortaleza de la mujer para asumir su maternidad. Afecta a más madres de las que creemos, dos de cada tres mujeres que han dado a luz recientemente la sufre en menor o mayor medida, pero uno de los mayores problemas es que en muchas ocasiones no es detectada. Es desencadenada por la ansiedad que produce la exigencia provocada por la llegada del nuevo bebé. Puede ir desde un abatimiento, una leve depresión (también llamada baby blues), hasta una depresión muy fuerte e incluso hasta una psicosis peurperial. A todos nos deja helados saber que una depresión post parto pueda llegar provocar una tragedia tan gorda como la que saltaba ayer en los medios: la noticia de una madre de 32 años de La Palma (Canarias) que presuntamente asfixió a su bebé de seis meses porque estaba atravesando una depresión. 
















