El mensaje que se le da a cualquier mujer que queda embarazada, incluso desde que está buscando el embarazo, es olvidarse por completo del tabaco.
Tal vez muchas mujeres no llegan a concienciarse sobre las consecuencias que puede tener su hábito en la gestación del bebé. Aunque puedo entender que es difícil dejarlo, me cuesta entender cómo no son capaces de dejarlo cuando lo que está en juego es la salud de un hijo.
En algunos casos se atribuye a trastornos psicológicos de la mujer como la depresión, pero en otros tantos al mito de creer que la ansiedad de no fumar es peor para el bebé que consumir un cigarrillo de vez en cuando.
Lo cierto es que son muy pocas las mujeres que dejan de fumar al enterarse que están embarazadas. Según el Colegio de Médicos de Valencia sólo un 20% de las fumadoras que se quedan embarazadas lo dejan.
No quedan dudas sobre la contundencia de las cifras. ¡Hay que mejorar! Informar y crear campañas agresivas al estilo de las que se hacen con las drogas y el alcohol en adolescentes o la que podemos ver ahora sobre el no uso del cinturón de seguridad en los niños.
Tal vez las mujeres no son tan conscientes porque no ven de forma evidente las consecuencias. Aprovecharé para enumerar algunos de los efectos que tiene el tabaco sobre el bebé en gestación. Si alguna embarazada deja hoy el hábito me sentiré más que satisfecha.
Multiplica por nueve las posibilidades del que el niño padezca déficit de atención en la infancia. Aumenta notablemente el riesgo de muerte súbita del lactante. Los hijos de madres fumadoras están predestinados a fumar a edad temprana.
No sólo eso. Reduce la fertilidad del niño, daña las arterias del bebé exponiéndolo a mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, está relacionado con las otitis infantiles y con el riesgo de nacer con labio leporino. Por si lo consideráis importante, hay estudios que afirman que los bebés de madres que no fuman son más alegres y adaptables.
Y esto son sólo algunos datos, sin nombrar que 744 bebés mueren al año en España a causa del tabaquismo materno. Muertes que se podrían evitar si la madre dejara de fumar.
El fumar frente a los niños se ha llegado a considerar como una forma de maltrato infantil, ¿por qué maltratar al niño desde que está en el útero?
Tal vez muchas mujeres no llegan a concienciarse sobre las consecuencias que puede tener su hábito en la gestación del bebé. Aunque puedo entender que es difícil dejarlo, me cuesta entender cómo no son capaces de dejarlo cuando lo que está en juego es la salud de un hijo.
En algunos casos se atribuye a trastornos psicológicos de la mujer como la depresión, pero en otros tantos al mito de creer que la ansiedad de no fumar es peor para el bebé que consumir un cigarrillo de vez en cuando.
Lo cierto es que son muy pocas las mujeres que dejan de fumar al enterarse que están embarazadas. Según el Colegio de Médicos de Valencia sólo un 20% de las fumadoras que se quedan embarazadas lo dejan.
No quedan dudas sobre la contundencia de las cifras. ¡Hay que mejorar! Informar y crear campañas agresivas al estilo de las que se hacen con las drogas y el alcohol en adolescentes o la que podemos ver ahora sobre el no uso del cinturón de seguridad en los niños.
Tal vez las mujeres no son tan conscientes porque no ven de forma evidente las consecuencias. Aprovecharé para enumerar algunos de los efectos que tiene el tabaco sobre el bebé en gestación. Si alguna embarazada deja hoy el hábito me sentiré más que satisfecha.
Multiplica por nueve las posibilidades del que el niño padezca déficit de atención en la infancia. Aumenta notablemente el riesgo de muerte súbita del lactante. Los hijos de madres fumadoras están predestinados a fumar a edad temprana.
No sólo eso. Reduce la fertilidad del niño, daña las arterias del bebé exponiéndolo a mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, está relacionado con las otitis infantiles y con el riesgo de nacer con labio leporino. Por si lo consideráis importante, hay estudios que afirman que los bebés de madres que no fuman son más alegres y adaptables.
Y esto son sólo algunos datos, sin nombrar que 744 bebés mueren al año en España a causa del tabaquismo materno. Muertes que se podrían evitar si la madre dejara de fumar.
El fumar frente a los niños se ha llegado a considerar como una forma de maltrato infantil, ¿por qué maltratar al niño desde que está en el útero?
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