Durante el embarazo, el consumo de hierro es de vital importancia para la mujer y su bebé pues un faltante importante de este elemento podría aumentar los riesgos de mortalidad en el proceso post parto. La anemia es, en algunos casos, un síntoma asociado a otra enfermedad, y aunque no representa un peligro importante, sí afecta a una mujer embarazada pues el riesgo de mortalidad materna postparto aumenta significativamente. Si durante el embarazo una mujer sufre de anemia, puede aumentar el riesgo de un parto prematuro, y los especialistas en nutrición señalan que los hijos de madres que la han padecido tienden a padecerla a más temprana edad. Después del parto, la fatiga producida por la anemia provoca en algunas mujeres el descuido de la salud.El cansancio asociado a la enfermedad es consecuencia de la deficiencia de hierro en el organismo, que provoca una disminución de oxígeno en las células, debido a la baja concentración de hemoglobina en la sangre.El hierro se encuentra en las carnes rojas, el pescado y los granos como los frijoles o lentejas, cereales, lácteos y legumbres. La nutricionista de la empresa Abbott, Andrea Ruiz, manifestó que durante el embarazo y en período de lactancia el hierro es esencial en la alimentación, por lo que se debe tener una dieta balanceada. La falta de hierro no exclusiva de la población materno-infantil, ya que puede aparecer en cualquier persona, y esta deficiencia se produce paulatinamente hasta llegar a convertirse en anemia. Es importante tomar en cuenta que de nada sirve una dieta rica en hierro si al final de las comidas se acostumbra tomar café o té, ya que estas bebidas bloquean la absorción de este mineral. En las mujeres en edad fértil la anemia puede producir retrasos en el ciclo menstrual o incluso puede llegar a suspendérsele del todo. Otras mujeres, por el contrario, pueden presentar frecuentes hemorragias.
SÍNTOMAS
Uno de los síntomas de la anemia es que la piel se torna de un color amarillento, al igual que los ojos y la boca. Además hay presencia de agotamiento, dolor de cabeza y hasta taquicardia. Las personas con esta enfermedad también pueden presentar síntomas como irritabilidad, llagas en la lengua, aumento en el tamaño del hígado y que las heridas no cicatricen fácilmente. La anemia, al igual que cualquier otra afección, debe ser tratada a tiempo para evitar que cause en forma definitiva una disminución en la capacidad de trabajo muscular y provoque que las infecciones sean más duraderas y más severas.
SÍNTOMAS
Uno de los síntomas de la anemia es que la piel se torna de un color amarillento, al igual que los ojos y la boca. Además hay presencia de agotamiento, dolor de cabeza y hasta taquicardia. Las personas con esta enfermedad también pueden presentar síntomas como irritabilidad, llagas en la lengua, aumento en el tamaño del hígado y que las heridas no cicatricen fácilmente. La anemia, al igual que cualquier otra afección, debe ser tratada a tiempo para evitar que cause en forma definitiva una disminución en la capacidad de trabajo muscular y provoque que las infecciones sean más duraderas y más severas.
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